Jueves, 25 de febrero de 2010

MALLORCA
EL RESPONSABLE DE LA DISCOTECA NIEGA QUE EL ACUSADO TRABAJARA COMO VIGILANTE DE SEGURIDAD
El acusado de la muerte de un hombre tras agredirle en una conocida discoteca del Paseo Marítimo de Palma a finales de 2005 no trabajaba como vigilante de seguridad en el local, según manifestó ayer el responsable del establecimiento en su declaración ante el tribunal.

El testigo, que en aquellas fechas era el director de la sala de fiestas, manifestó que le avisaron en cuanto se produjo el incidente a las puertas de la discoteca, en la madrugada del 10 de noviembre de 2005. "Al salir, vi al señor en el suelo y al acusado, retenido", indicó. El hombre explicó que conocía al sospechoso de dos semanas antes, porque estuvo haciendo una prueba para trabajar como vigilante. Según su versión, estuvieron hablando en su oficina y quedaron para hacer la prueba. El responsable del local recordó que en una ocasión sustituyó a un vigilante en la sala pequeña. Después de esa prueba, quedaron en que ya volverían a hablar.

El testigo declaró que no todo el personal de seguridad llevaba intercomunicador y que normalmente iban vestidos de oscuro. La noche de los hechos, según su versión, se actuó "correctamente", ya que la agresión se produjo en un lance de la disputa. Tras el puñetazo que sufrió el hombre en la cara, cayó al suelo y se golpeó la cabeza, lo que le produjo gravísimas lesiones. La víctima quedó en coma y, dos años después, el 29 de abril de 2007 falleció en el hospital.

La mujer del imputado dijo que esa noche su pareja no estaba en el local como vigilante. Según su versión, tenía que haber actuado en un espectáculo de baile llamado capoeira, pero al final no danzó, sino que se dedicó a ayudar a los bailarines y abrirles camino en la pista.

Por su parte, un conocido de la víctima que fue testigo de la agresión apuntó que el perjudicado cayó de lo alto de la escalera al suelo tras recibir el puñetazo en el rostro. Otro amigo del fallecido dijo que iban bebidos y que a la víctima le urgía ir al baño, pero una mujer estaba limpiando la zona. Este hombre recordó que el acusado vestía prendas oscuras y llevaba un pinganillo en la oreja. Un policía dijo que las declaraciones de varios testigos eran contradictorias.
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