Sección Sindical CC.OO. Dialse Seguridad |
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25.02.Cataluña:Juicio pelea acaba traductores |
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Jueves, 25 de febrero de 2010
CATALUÑA
UN JUICIO POR UNA PELEA LINGÜÍSTICA EN GIRONA ACABA CON TRADUCTORES
Dos guardias civiles sientan en el banquillo a una mujer que se negó a hablarles en castellano
Los agentes, que solicitaron un intérprete en la sala, afirman que los llamó «franquistas»
Una jueza de Santa Coloma de Farners (Selva) deberá decidir si el enfrentamiento entre una pasajera y dos guardias civiles destinados en el aeropuerto de Girona fue debido a que la mujer les faltó el respeto o simplemente a que se negó a hablarles en castellano. Lo que sí quedó claro en el juicio de faltas que se celebró ayer es que los dos agentes que trabajan en el control de seguridad de las instalaciones aeroportuarias no tienen ni idea de catalán, pues necesitaron un traductor para entender las declaraciones de la pasajera, a la que denunciaron por una presunta falta de respeto a la autoridad, y para responder a las preguntas del abogado defensor, formuladas todas ellas en esa lengua.
Los hechos se remontan al pasado 3 de septiembre, cuando Àngels Monera, acompañada de su madre y su hija, se disponía a viajar al Alguer (Cerdeña) en un vuelo de la compañía Ryanair. Cuando llegaron al control de seguridad, una agente de seguridad privada advirtió a la abuela de que no podía embarcar un aerosol de laca que superaba los 100 mililitros. Al parecer, la mujer bromeó y le hizo notar que con aquel envase no pretendía matar a nadie.
La agente de seguridad preguntó a dos guardias civiles (un hombre y una mujer) que estaban de servicio en el control de acceso a la sala de embarque si se podía hacer la vista gorda. En la conversación también intervino Monera, que se dirigió a los agentes en catalán.
DOS VERSIONES / Ayer, todos los testigos confirmaron que los guardias civiles pidieron a la denunciada que hablara en castellano porque no entendían el catalán, a lo que esta se negó. Pero a partir de aquí las versiones difieren: los policías aseguraron que Monera alzó la voz y los llamó «franquistas», mientras que la pasajera lo negó todo y afirmó que el rifirrafe que se produjo a continuación se debió a motivos lingüísticos.
Los guardias civiles pidieron a la pasajera que se identificara y esta ni corta ni perezosa se puso el carnet de identidad en la boca. Acto seguido, la mujer fue conducida a unas dependencias policiales del aeropuerto gerundense para presentar una denuncia contra ella –según aseguraron ambos agentes– o para aleccionarla sobre «geografía española» –según declaró Monera–.
La hija de la denunciada se acercó entonces a la oficina policial y apremió a los agentes para que soltaran a su madre, ya que estaban a punto de perder el vuelo. Según afirmó la joven en el juicio, los agentes le advirtieron de que su madre «se lo estaba poniendo muy difícil» porque se negaba a hablarles en castellano. Al final, los guardias civiles dejaron ir a Monera, pero ya era demasiado tarde pues el avión había despegado.
PETICIÓN DE MULTA / Las pasajeras lograron viajar a Cerdeña en otro vuelo y, al volver, denunciaron los hechos en los medios de comunicación y ante la Secretaria de Política Lingüística. Días después, Monera recibió una citación porque había sido denunciada por los guardias civiles. La fiscal solicitó ayer una multa de 200 euros para la mujer porque considera que sus declaraciones eran contradictorias y que faltó al respeto a los agentes al ponerse el carnet de identidad en la boca.
FUENTE
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