La Consejería de Seguridad Ciudadana sigue sin tomar medidas para garantizar las medidas de seguridad reivindicadas en el cámping de Rostrogordo para el servicio de noche. Una reivindicación que surge tras el ataque sufrido por uno de los vigilantes el pasado 20 de noviembre y que le supuso recibir una puñalada en el pecho.
Desde el sindicato CSI-CSIF han denunciado que la Administración no se haya responsabilizado aún y ni siquiera haya salido a desmentir la denuncia realizada en su día por los portavoces de Eulen-Seguridad, empresa que cubre el servicio en Rostrogordo. Más allá, insisten en el hecho de que no se haya puesto remedio a las carencias que posibilitaron el ataque.
Jesús Sánchez Cano asegura que, lejos de responder a la denuncia, la Consejería que dirige Ramón Antón no ha puesto remedio al problema al que se enfrenta el vigilante nocturno que tiene que hacer frente al servicio en solitario, sin alarma perimetral y a oscuras, lo que impide que las cámaras de seguridad puedan registrar cualquier intento de asalto. «Las cámaras funcionan», señala uno de los vigilantes, si bien explica que «sin luz por la noche no se ve nada, sale todo negro y encima no funciona la alarma».
En este sentido, según han señalado fuentes de seguridad, la única medida que se ha adoptado un mes después del ataque es la visita puntual de una patrulla policial para comprobar la normalidad del servicio. De ahí que el sindicato persista en su denuncia ya que, tras haber advertido al respecto de la situación, a la que se enfrentan, la responsabilidad de la Administración en caso de registrarse un nuevo ataque sería de carácter penal.
Reincorporado
En cuanto al vigilante herido, esta semana se ha reincorporado al servicio después de recuperarse de una puñalada que afortunadamente no afectó a ningún órgano vital. Según consta en la denuncia, realizaba el servicio en el perímetro de Rostrogordo sobre las cuatro de la madrugada. En ese momento dos individuos saltaron la valla y cuando procedió a identificarlos, le asestaron una puñalada en el pecho.
Fuentes consultadas explicaron que el vigilante ha retomado el servicio «en las mismas condiciones» que cuando fue atacado con la salvedad de la patrulla policial. Sin embargo, insisten en que se trata de una situación que vienen advirtiendo desde hace meses sin que se haya puesto solución ni siquiera ahora que ya se ha producido un hecho lamentable.
Desde el Comité de Empresa de Eulen han denunciado el riesgo que corren los vigilantes contratados por la Administración local, después de que se haya sustituido la función que antes cubrían dos agentes de los Servicios Generales de la Ciudad por uno de empresas privadas. El 26 de noviembre anunciaron la interposición de una denuncia de la que por el momento no hay detalles, si bien no consta que, por su parte, el afectado haya tomado medidas de forma particular.
