Todas las semanas se producen agresiones en el departamento de salud, según el equipo directivo. Sin embargo, en la mayoría de casos no se interponen denuncias y los incidentes quedan en meras anécdotas.
Las últimas agresiones que trascendieron tuvieron lugar entre el 2005 y el 2006. En cuatro meses se registraron tres sucesos de este tipo, todos ellos en el Hospital General. El primero de estos episodios estuvo ocasionado por el familiar de un paciente que amenazó a un médico con una navaja en el área de Urgencias. El motivo fue al parecer su descontento con el tratamiento que recibía su pariente. La trifulca quedó finalmente en un susto.
Veinte días después de este incidente, una enfermera era arrollada en Psiquiatría por un paciente y tuvo que ser escayolada en un brazo. En este servicio ocho meses antes un auxiliar de enfermería recibió una bofetada de un usuario.
En febrero de 2006 otro hombre golpeó con un palo a un enfermero de Urgencias y a los celadores y al vigilante que le auxiliaron. La razón, según comentaron los testigos entonces, es que se le había dado el alta médica y estaba en desacuerdo con la decisión.
El paciente ingresó un jueves a las 14.30 horas. Fue tratado por Medicina Interna y cerca de las seis y media de la tarde recibió el alta médica. Un cuarto de hora más tarde regresó a Urgencias provisto con un palo de madera que llevaba camuflado bajo la ropa. El vigilante de seguridad destinado a esta área se percató de que volvía a acceder a la zona y le siguió aunque no pudo imaginar cuáles eran sus intenciones.
Una vez dentro, el hombre sacó el palo y golpeó al primer trabajador que se encontró en su camino. Fue el peor parado ya que le ocasionó una herida sangrante en la cabeza que requirió puntos de sutura. Además resultó herido también en el brazo.
Dos celadores y el vigilante corrieron a auxiliarle y también sufrieron lesiones. Uno de ellos se resintió de un esguince en la muñeca y el otro padece dolores dorso-lumbares como consecuencia del forcejeo. El personal de seguridad también resultó con múltiples contusiones.
Centros de salud
Los episodios violentos también son relativamente frecuentes en los centros de salud de Atención Primaria. Hace unos años en el centro de salud de Altabix un paciente encañonó a un médico psiquiatra, aunque no tuvo mayores consecuencias.
En otro centro de salud una pediatra logró una orden de alejamiento tras una agresión. Pero, sin duda, el ambulatorio con más conflictos de este tipo ha sido Crevillent, en el que profesionales han llegado a renunciar a su plaza ante las continuas amenazas de agresión.
