El edificio destinado a acoger la sede de la Fundación Jorge Guillén no ha ganado para sustos desde que fuera cedido a esta sociedad, hace un año. Desde entonces, diversas pintadas han conseguido apoderarse de los muros del inmueble que, según ha indicado el director de la Fundación, Antonio Piedra, se encuentra «en perfecto estado».
Sin embargo, el edificio ya ha comenzado a ser reformado, de cara a albergar la sede de esta fundación, por lo que en primer lugar se procederá a instalar un vallado que rodee la zona. Posteriormente, las reformas consistirán en llevar a cabo una reestructuración interna de la casa, para instalar oficinas, un servicio de usos múltiples y otra serie de habitaciones destinadas al trabajo de los investigadores.
Vandalismo
Las obras, que en principio se llevarán a cabo en un periodo de cuatro meses, cuentan desde ayer con vigilancia, con el objetivo de garantizar una mayor seguridad en el edificio y evitar que los vándalos puedan actuar a sus anchas, como llevan haciendo desde hace varios meses. Al gran número de grafitis y otra serie de pintadas en el entorno de la casa, hay que añadir la reciente entrada de unos vándalos, que a través de un butrón en el sótano, intentaron acceder al edificio con la intención de desvalijar lo que encontraran a su paso; al no estar conectado con la casa, los gamberros no pudieron llevar a efecto sus fines, ya que se encontraron en una sala vacía, que tan sólo contaba con algunos cables, los cuales no les resultaron lo suficientemente atractivos como para sustraerlos.
Aún así, el director de la Fundación aseguró que los ladrones tampoco habrían podido robar nada en la propia casa, ya que también se encuentra vacía. No obstante, parece que no se va a renunciar a la seguridad ante la inexistencia de bienes de gran valor, ya que en otra ocasión los vándalos se acercaron al inmueble para hacerse con las rejillas de unas ventanas que permitían la ventilación del edificio, ante la imposibilidad de acceder por unas ventanas de hierro, que el Ayuntamiento proporcionó a la Fundación. Tal vez éstas sirvan para dar otro aire al edificio y logren evitar más sustos de aquí en adelante.
FUENTE