Sección Sindical CC.OO. Dialse Seguridad |
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18.01.Seg.Pesqueros:ex militares a bordo estaríamos Somalia |
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Lunes, 18 de enero de 2010
SEGURIDAD EN PESQUEROS
"SI NO TUVIÉSEMOS EX MILITARES A BORDO AHORA ESTARÍAMOS TODAVÍA EN SOMALIA"
Desde su casa de A Lama este marinense apuesta por embarcar infantería en los buques.
José Manuel Pazos Casal, "O Chinchin", nació en A Cañota, Marín, hace 44 años. Ahora reside en A Lama. Lleva más de 27 años en el mar. Embarcado ya navegó por mares de Canadá, Malvinas, Sudáfrica, Mauritania, Canarias o el Gran Sol. Ahora es contramaestre del "Artza", un atunero de Bermeo con bandera de Seychelles que faena en el Índico.
José Manuel Pazos Casal nació en Marín hace 44 años. Después de 27 años embarcado conoce todos los mares y océanos. “O Chinchín”, así es como le conocen, regresó hace tan sólo unos días de vacaciones a su casa de A Lama. La encontró cubierta por la nieve, un paisaje completamente diferente a las calurosas costas de Somalia en donde dice que aún estaría ahora si el atunero vasco del que es contramaestre, el “Artza”, no llevase a bordo seguridad privada compuesta por ex militares británicos.
El pasado 31 de octubre el nombre de este buque de Bermeo saltó a las portadas de todos los periódicos cuando, en plena crisis del “Alakrana”, los piratas somalíes intentaron abordarlo. Cuando partieron de las Seychelles para esta marea se encontraron con sus compañeros del “Alakrana” de regreso a puerto. Todavía no lo habían secuestrado pero ya habían evitado un ataque. El patrón del “Artza” le dijo a “O Chinchín”: “No sé si el Alakrana vio piratas, pero nosotros seguro que los conocemos” y no se equivocó. Mientras enseña orgulloso una maqueta del “Artza” que él mismo está construyendo, relata para FARO cómo fue aquella experiencia.
–Al contrario que el “Alakrana” su barco sí llevaba un equipo de hombres de una empresa seguridad privada a bordo ¿no es así?
–Sí, aunque el “Artza” es vasco tiene bandera de Seychelles y nosotros podíamos llevar ya por aquel entonces seguridad privada. Cuando embarcaron nos dijeron que no nos preocupáramos, que a menos de 1.000 metros del barco no se arrimaba ni Dios. Son ex militares británicos, ex combatientes de Afganistán y Líbano.
–¿Cómo descubren que están siendo atacados?
–En el barco hacemos vida normal, pintar, limpiar..., no estábamos largando red sino que íbamos navegando. Un marinero senegalés miró hacia atrás con los prismáticos y dijo que había un bote blanco de poliéster y todo el mundo se alarmó y llamaron a los ex militares. Ellos estuvieron un buen rato mirando por los prismáticos y luego nos dijeron que, efectivamente, venían a por nosotros. En principio el senegalés dijo dos planeadoras pero eran tres. Activamos el timbre de alarma y entonces toda la tripulación, a excepción del patrón de pesca y el capitán, bajamos a la sala de máquinas y atrancamos las puertas estancas con cadenas. El oficial lleva un UHF para comunicarnos con ellos y allí tenemos agua y comida para resistir ante lo que pueda pasar. Los cuatro militares quedaron fuera con el armamento y con los patrones ya que son necesarios para manejar el barco y escapar de ellos.
–¿Cómo lograron huir?
–Durante el ataque yo estuve en la sala de máquinas encerrado con los demás, por lo que puedo contar lo que los ingleses me dijeron luego. Durante 45 minutos estuvimos escapando. Los avistaron a 7 millas pero al final nos comieron terreno y tuvimos que plantarles cara porque estaban a menos de mil metros y se nos echaban encima. Los vigilantes le pidieron al patrón que girase el barco porque no había tiro y abrieron fuego. Cuando salí la cubierta estaba llena de casquillos por lo que disparar sí que dispararon. En cuanto los piratas sintieron las balas en el aire escaparon.
–Si no llegan a disponer de seguridad privada...
–Si no llegan a estar estos tíos en el barco aún estaríamos ahora en Somalia. Además, había “calma podre”, no había forma de escapar de ellos.
–¿Cree que esto los salvó, a diferencia de lo que le ocurrió al “Alakrana”?
–Con ellos a bordo estamos tranquilos. Lo que sucede es que esto es pan para hoy y hambre para mañana.
–¿Por qué?
–Porque cobran una pasta que hay que pagar todo el año. Además, cuando los piratas descubran que los barcos españoles van armados hasta los dientes nos darán una “tregua”, por llamarlo de alguna manera, luego esperarán unos meses, se retirarán los militares y volverán los ataques.
–¿Cuál considera que es entonces la solución?
–La presencia militar en los propios barcos. Ahí los franceses van por delante. Antes de que los españoles pudieran meter seguridad privada en los barcos ellos ya contaban con infantería de marina a bordo. Cuatro hombres. En vez de tener a los soldados en Figueirido desfilando ¿por qué no se meten cuatro militares en cada barco y se ocupan de un problema que tiene el país? Sólo son 20 barcos con bandera española, eso supondría 80 soldados. Los costes serían incluso menores que mantener a los dos buques de guerra que están en el Índico y que cada dos días piden gasoil al buque de la ONU. Cuando alguien está atacando un barco de pabellón español, que no era nuestro caso, está atacando territorio español. ¿Por qué por una piedra como Perejil se movilizaron a los GEOS y por un barco español no se hace nada? Tampoco entiendo que ahora el gobierno subvencione parte de la seguridad privada en los barcos. Es un gasto público, un impuesto a mayores, es incomprensible pudiendo mandar a soldados que se les paga por estar aquí sin hacer nada.
–Mucha gente se pregunta ¿Y por qué ir a pescar a una zona tan peligrosa?
–Porque es donde está el atún entre los meses de septiembre y noviembre debido a las corrientes. Son caladeros de mar abierto, con la profundidad suficiente para echar las redes de un atunero que tienen 260 metros de calado. No es como ir a Silleiro y largar, allí si se toca fondo se pierden las redes y queda todo en el fondo.
–Cuando estaban faenando ¿sabían de más ataques a otros barcos?
–Ocurrió lo del “Alakrana” y también andábamos cerca cuando intentaron abordar el “Avel Vad” o el “Txori Gorri”. Ataques hay continuamente pero a veces los avistas y logras escapar. Cuando estás largando ahí sí que no puedes hacer nada. Las redes miden 3 millas (2.380 metros) y es como si estuvieras fondeado. Cada red vale 660.000 euros y no la puedes cortar, hay empresas que quebraron por perder la red. Nosotros no es la primera vez que sufrimos un ataque. Cuando no teníamos seguridad privada vimos acercarse a nosotros un palangrero blanco con un montón de planeadoras a bordo.
–¿Como actúan? Parece ser que no salen de un puerto para realizar un ataque...
–Esta gente se alimenta de dátiles a bordo. Tienen una hierba que meten en la boca para ir mascando. Es como perejil, hacen una bola que meten en la boca, la mastican y le quita el hambre y la sed. A lo mejor echan quince días en el mar. De hecho, cuando un buque de guerra hace un operativo y los va a detener tiran la escalera, las armas, se quedan con dos líneas y les dicen que están pescando pero ¿que hace un pescador a 350 millas en un bote de seis metros?
–¿Y cada vez que faenan en Somalia corren el riesgo de ser atacados?
–Estos tipos salen a 400 millas mar adentro. De hecho, a los habitantes de Seychelles ya los tuvieron amedrentados porque se trata de un archipiélago con más de un centenar de islas pequeñas, algunas del tamaño de Tambo, en el que sólo viven familias de 10 personas. Esta gente puede llegar allí en cualquier momento, apoderarse de la isla y matar a todos. El “Alakrana” fue a 350 millas de la costa, nosotros a 250... ¿a dónde van a llegar? Ya atacaron barcos iraníes en el norte. Esta gente anda por donde le cuadra. Igual son cinco o seis barcos nodriza que, de repente, tiran seis planeadoras por un lado y seis por otro, los dejan quince días en el mar y les dicen “hasta que capturéis un barco no volvéis a tierra”.
–¿Y cómo son los piratas?
–Hombre, yo no vi a ninguno de cerca pero son como la Marina de Pancho Villa: zapatillas, pantalón corto y una metralleta rusa de segunda mano que a veces dispara y otras no. Toda la basura que sobra en Rusia se la venden a estos. Una vez entró en Seychelles un trasatlántico que atacaron y que traía dos granadas incrustadas en el casco que no llegaron a explotar. Lo que tienen son buenos motores para las planeadoras. A medida que van cobrando los rescates que cobran por los secuestros deben invertir el dinero en eso porque con estos motores que les ponen a sus planeadoras saltan en el aire.
–¿Cuando tenga que volver irá con miedo?
–Mientras tengamos la seguridad privada no. Ahora no.
FUENTE
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