La celebración del Gran Premio de Europa supone la llegada de miles de visitantes, aunque también acarrea daños colaterales. En los próximos días, camuflados entre los turistas, numerosos carteristas profesionales, muchos organizados en mafias, aterrizarán en Valencia con la idea de hacer su particular agosto.
Además de las inmediaciones del circuito, uno de los puntos preferidos por los amantes de lo ajeno es la red de metro, y más todavía teniendo en cuenta la cantidad de pasajeros que lo utilizarán para ir directamente hasta el circuito desde el aeropuerto, especialmente miembros de la organización y periodistas extranjeros, principales objetivos de los delincuentes.
Ante esta situación, la previsión de FGV es incrementar hasta en un 46% el número de efectivos de seguridad que trabajarán durante el fin de semana de la prueba, una medida que llega después de que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), alarmada por la cantidad de robos perpetrados el año pasado, pidiera más seguridad en el aeropuerto, ya que la mayoría de los robos se produjeron mientras las víctimas esperaban los equipajes, el metro o el taxi correspondiente.
Ayer, durante la presentación del servicio ininterrumpido de metro durante el Gran Premio, el conseller de Infraestructuras, Mario Flores, destacó el incremento de los efectivos de seguridad, señalando que los vigilantes estarán preparados «para evitar cualquier tipo de incidentes, con una plantilla similar a la de Fallas». Se calcula que el incremento en cuanto al personal que trabaja un día normal sea de 300 personas.
Marisa Gracia, gerente de Ferrocarrils, desvinculó el aumento en la seguridad de las quejas del máximo organismo internacional del automovilismo, y apuntó que la mayoría de servicios de la vigilancia privada se basan en evitar aglomeraciones e incidentes en las estaciones. En cuanto al problema de las mafias, se refirió a la eficacia del sistema de videovigilancia del metro, que estará al servicio de la Policía Nacional para la identificación de los posibles delincuentes.
Mientras, desde Valmor Sports explicaron ayer que se han tenido que realizar obras de urgencia para reponer parte del cableado robado en los terrenos del nuevo barrio del Grao, necesario para la celebración del Gran Premio. Las cajas de las conexiones fueron desvencijadas meses atrás, aprovechando que la zona carece de uso durante el resto del año. Hace un par de semanas, cuando los técnicos comenzaron las tareas de montaje para esta edición, se encontraron con la sorpresa.
Lo mismo sucedió con parte de la instalación eléctrica que dará servicio al futuro barrio una vez se ejecuten la nueva área residencial cuyo diseño coordina el arquitecto José María Tomás.
No han sido las únicas infraestructuras afectadas por las mafias del cobre, que tienen especial incidencia en el Marítimo. El paso inferior de acceso al aparcamiento incluido en el interior de la pista que discurre por el Grao también tuvo una desagradable visita, tras ser sustraídos los cables de la bomba de achique que evita la inundación del túnel, utilizado por los camiones encargados de la logística de los equipos.
De hecho, el problema, ya solventado, se localizó al ver que las lluvias del pasado domingo habían inundado el paso sin que la bomba hubiera evacuado el agua.
En cuanto al servicio de metro, Ferrocarrils mantendrá trenes durante todo el fin de semana de forma ininterrumpida, con frecuencias de paso nocturnas de 20 minutos. Durante el día podrá reducirse hasta cinco, sobre todo en las paradas más próximas.
En total, Flores explicó que se dispondrá de capacidad para transportar 1,2 millones de viajeros. El dispositivo especial comenzará el viernes por la mañana y se mantendrá hasta el domingo.
