LUGO
CONDENADO UN VIGILANTE JURADO QUE ROCIÓ CON GAS IRRITANTE A DOS JÓVENES
El acusado les recriminó que orinaran en la plaza de Santa María y ellos no le hicieron caso.

Un vigilante jurado fue condenado a pagar multas que suman 12.960 euros en los dos juicios por lesiones a los que se enfrentó. Una de las víctimas es Emilio Rivas García, vecino de Pobra de San Xiao y conocido como uno de los hermanos Dalton y las otros dos, jóvenes a los que admitió haber rociado con un espray de gas irritante, después de recriminarles que orinaran en la plaza de Santa María. En ambos hubo conformidad y la sentencia la dictó la titular del Juzgado de lo Penal 1 en el mismo momentos. En los dos casos las víctimas se reservaron el derecho a recurrir a las acciones civiles para reclamar indemnizaciones.

Manuel Pardo López admitió que en la madrugada del 2 de junio del 2006, cuando estaba de servicio en la plaza de Santa María vio a dos jóvenes orinando. Les llamó la atención y no le hicieron caso por lo que les roció en la cara con gas irritante y a uno de ellos le golpeó con la barra de defensa en la sien. Uno de los jóvenes sufrió una herida en la cara, que le dejó una cicatriz de tres centímetros, además de conjuntivitis y al otro le quedó el mismo problema en el ojo.

Al existir conformidad con la pena que pidió el fiscal, dos años de cárcel, sustuidos por dos cuotas de multa por cada día, a razón de seis euros, no tuvo que declarar ni el acusado ni los propios testigos que estaban citados a la puerta de la sala.

Inicialmente el fiscal solicitaba para el vigilante de seguridad una condena de cuatro años de prisión por dos delitos de lesiones con uso de arma, además de 830 euros por las lesiones y por las secuelas. Los dos jóvenes anunciaron que ejercitarán acciones civiles para reclamar las indemnizaciones que les corresponden. La responsable civil en este caso es la empresa de seguridad Cetssa, a cuya plantilla pertenecía el vigilante.

 

Pelea en un pub

El mismo juzgado de lo penal celebró otra vista por lesiones durante una pelea en el pub Egipto. La víctima fue atacada a patadas y a puñetazos y se vio obligada a llevar un yeso durante 80 días. El fiscal pedía inicialmente una condena de dos años de prisión y de 2.295 euros de indemnización.
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