La Guardia Civil ha detenido al vigilante de la piscina del polideportivo municipal de Seseña (Toledo) como presunto autor de la muerte de un joven peruano de 26 años, identificado como Carlos Heredia, cuyo cuerpo apareció el pasado domingo en las instalaciones. El propio guarda de seguridad, de la misma nacionalidad que la víctima, fue quien telefoneó al instituto armado para alertar de que había encontrado un cadáver flotando en el agua.
Las posteriores investigaciones permitieron averiguar que el autor del crimen había sido el empleado de las instalaciones municipales, que ya ha sido imputado por un presunto delito de homicidio. En un principio, el vigilante relató que había rescatado el cuerpo del joven tras encontrarlo en el interior de la piscina. Sin embargo, la Guardia Civil descubrió después que el sospechoso no sabía nadar. Además, el fallecido presentaba «varios golpes y arañazos por todo el cuerpo».
Todo indica que entre ambos se inició una discusión que acabó en una brutal pelea. Tanto la víctima como su presunto agresor se conocían pues habían compartido piso en Seseña durante un tiempo. Al parecer, los dos habían participado minutos antes del crimen en una fiesta privada en el bar de la piscina, regentado por un hostelero iberoamericano.
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