Dos de los cuatro hombres que en 2008 asaltaron el restaurante 'Los Peñucas' del Barrio Pesquero de Santander y robaron más de 76.000 euros después de maniatar a sus propietarios fueron condenados ayer por la Audiencia de Cantabria a cinco años de cárcel cada uno por robo con violencia e intimidación.
Los dos acusados -una de los tres personas que cometió el asalto y un camarero que se compinchó con ellos- aceptaron la pena propuesta por la Fiscalía, que inicialmente había pedido 30 años para cada uno por el robo y por cinco delitos de detención ilegal.
Las acusaciones particulares, ejercidas por los dueños del local y por la compañía aseguradora, también aceptaron la pena, que incluye el pago de una indemnización de 80.000 euros por la cantidad robada, por lo que la sección tercera de la Audiencia de Cantabria dictará sentencia de conformidad.
Según el relato de hechos de la Fiscalía, el 29 de julio de 2008, de madrugada, tres personas armadas con dos cuchillos y una pistola y con la cara cubierta por un pasamontañas entraron en el restaurante 'Los Peñucas', propiedad de la familia del futbolista del Espanyol Iván de la Peña.
Todos al suelo
Los asaltantes obligaron a tirarse al suelo a las cinco personas que se encontraban en ese momento en el local -el propietario, su hija, su mujer, un camarero y un vigilante de seguridad-, a las que ataron con cinta americana.
Después, exigieron al propietario del restaurante que les facilitara la combinación de la caja fuerte, para lo que amenazaron con un cuchillo a su mujer, y se llevaron 70.000 euros y 10.000 dólares (6.363 euros, al cambio en esa fecha). Antes de huir, los tres autores del robo dejaron encerradas en el almacén a sus víctimas, a las que amenazaron con matar si salían antes de cinco minutos.
Los asaltantes habían sido avisados de que esa madrugada era un buen momento para cometer el robo por uno de los camareros, al que también maniataron y dejaron encerrado en el almacén para que no se descubriera que se habían puesto de acuerdo. Como consecuencia del robo, el dueño del local sufrió un «ligero» estado de ansiedad e insomnio.
También sufrieron lesiones un camarero y el vigilante de seguridad. Uno de los tres asaltantes y el camarero cómplice fueron detenidos pocos días después y permanecen en prisión desde el 31 de julio de 2008. Los dos han sido condenados a cinco años de cárcel y a pagar una indemnización de 80.000 euros al dueño del restaurante.