Eran las 11.50 horas y Juan Antonio Montoro, vigilante de seguridad del Metro, estaba haciendo su ronda en el andén de la estación Nueva Numancia (Línea 1). De repente, escuchó gritos y vio como la gente iba de un lado a otro. «Pensé que se trataba de una pelea entre viajeros», explicó. Sin embargo, al cruzar al otro andén la realidad era muy distinta.

«Al pasar vi a los pasajeros apelotonados y que había una persona debajo de los vagones», contó Montoro. La víctima era Danae Bautista y con ella se encontraban dos pasajeros del tren que bajaron a las vías para socorrerla. Juan Antonio, ayudado por varias personas, subió a la mujer al andén. «Tenía varias heridas y el brazo prácticamente colgando. Hubo momentos de mucha tensión porque creíamos que se iba», describió el vigilante, que confesaba no entender cómo sucedió el accidente: «No me lo explico, es muy raro; los invidentes se orientan muy bien».
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