Sábado, 10 de abril de 2010
JAÉN
OLEADA DE ROBOS EN EL CAMPO DE JAÉN
Los ladrones sustraen todo tipo de material: desde maquinaria pesada, ligera o herramientas de trabajo. ASAJA pide un aumento de la vigilancia por parte de la Guardia Civil y no descartan contratar vigilancia privada.
Los agricultores de la provincia de Jaén sufren desde hace meses una oleada de robos en sus naves agrícolas. Los cacos se llevan todo tipo de material e incluso se llegó a robar un tractor, a plena luz del día, en Villargordo aprovechando el cambio de turno de la Guardia Civil.
Una gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los afectados. Así pues exigen que de inmediato se
incremente el número de efectivos de los Cuerpos de Seguridad para evitar esta situación y critican que, “si hay suficiente gente para vigilar que el agricultor cumpla con las normas ambientales, no es de recibo que dejen que les roben a plena luz del día”.
Los afectados, junto a la organización agraria ASAJA,
pretenden crear una plataforma para defenderse de los cacos y no descartan contratar servicios de vigilancia privada.
Y es que se está
robando cualquier cosa: maquinaria ligera como motocultores, sopladoras, vareadoras eléctricas; tractores pesados, grupos electrógenos, carracas y hasta llaves inglesas. “No se dejan nada atrás, todo les viene bien” dicen con ironía los afectados que ya se cuenta por decenas (principalmente en la comarca de Las Villas y en los municipios cercanos a la capital).
Y es que los “amigos de lo ajeno” parecen
conocer a la perfección los horarios de la Guardia Civil y, aprovechando que en los cambios de turno quedan horas libres debido a la escasez de personal, cometen sus robos con pleno descaro.
Es más, las víctimas de los robos indican haber visto días antes y cerca de gran parte de las naves afectadas a furgonetas de vigilancia (se supone que de los ladrones) ojeando su futuro botín.
ASAJA ha anunciado que se está preparando una plataforma con la que pretende luchar frente a los robos. Incluso las víctimas y sus vecinos se plantean pagar de su propio bolsillo a vigilantes de seguridad privada para evitar que, en tiempos de crisis, su economía sufra aún más con el robo en sus naves.
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